En esta serie, con una paleta sensible se pinta la fugacidad del movimiento. Bailarinas, parejas que giran en salones de fiesta o bares de tango, se captura el instante en plena danza. La transparencia de los vestidos, la luz tenue que acaricia las figuras, los reflejos en el piso, todo
está en función del gesto, del vaivén, del desplazamiento, se busca lograr la permanencia de lo efímero.